domingo, 28 de marzo de 2010

Epitafio para un ángel fallido


Triste, de triste
matriz naciste.

Leche amarga
fue en tus labios
el alimento,
y no hubo ternura
que te acunara.

No hubo en tu alborada
una sonrisa
que en ti se posara.
Ni en tu cansino ocaso
la tenue luz
de un bastón blanco
que paso a paso
te guiara.

Pliega tus alas.
Cierra tus ojos.
Descansa
ángel mío.

Descansa,
que aquí no hay tiempo,
ni angustia, ni sentido.

Descansa
ángel mío.

1 comentario:

ARCA dijo...

Creatura de celestial esencia.
Bendito eres aunque no lo sabes…
todavía.

Si no conociste aquí más
que dolor, soledad, amargura,
cansancio, desconsuelo, tristeza,

el dulce sopor de tu sueño
te conducirá a tus orígenes;
a tu destino.

Quien te dio la vida,
te compensará de
tanta desventura.

Quisiste probar lo que
solo un humano
pueden saborear.

Pero solo el humano
es alquimista,
y puede convertir

el dolor en gozo;
la amargura en dulzura;
el llanto en sonrisa;
la angustia en alegría.

Solo el hombre de verdad
puede permanecer
inmerso en el pantano,
y salir de este
sin mácula alguna.

Descansa.
Despertarás en tu hogar.
Despertarás feliz,
y agradecerás
no ser un humano.

Amabeli