viernes, 2 de abril de 2010

El decir del silencio


El silencio es frágil.
No lo nombres.
No sea que se te quiebre
y no tengas abrigo
y tan sólo intemperie.

Habítalo.
Sin palabras, sin llanto.
Hasta que ya no te oigas
y tu palabra sea
olvidado recuerdo.

Y si de ti un eco
perdido te llegara,
óyelo con ternura,
porque has de ser piadoso
con el regreso
de tus olvidos.

Habita tu silencio,
recogido y sereno,
que es él tu universo.
Si has de florecer
que sea ello tan sólo
en tus gestos.

Se posarán
en tus ramas las aves
del cielo
y tu sombra será
manantial del que beban
los sedientos.

El silencio es frágil.
No lo nombres.
Puede quebrarlo
tu aliento.

domingo, 28 de marzo de 2010

Epitafio para un ángel fallido


Triste, de triste
matriz naciste.

Leche amarga
fue en tus labios
el alimento,
y no hubo ternura
que te acunara.

No hubo en tu alborada
una sonrisa
que en ti se posara.
Ni en tu cansino ocaso
la tenue luz
de un bastón blanco
que paso a paso
te guiara.

Pliega tus alas.
Cierra tus ojos.
Descansa
ángel mío.

Descansa,
que aquí no hay tiempo,
ni angustia, ni sentido.

Descansa
ángel mío.